La teología de la liberación desempeñó un papel muy importante en el proceso revolucionario que condujo al derrocamiento de la dictadura somocista y, posteriormente, en los primeros años del gobierno sandinista.
Una breve reseña histórica: tras la clausura del Concilio Vaticano II en 1965, se celebró en 1968 en Medellín (Colombia) la CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana), con la intención de poner en marcha un Vaticano II verdaderamente latinoamericano. El resultado fueron profundos cambios en la vida de la Iglesia del subcontinente, basados en la afirmación de la «opción por los pobres». En otras palabras, se trataba de mostrar el amor de Dios encarnado en acciones de solidaridad, centrando la atención no sólo en las necesidades de la fe, sino también en necesidades terrenales como el hambre, la pobreza, la desnutrición y la falta de acceso a los servicios básicos. En este contexto se desarrollaron los fundamentos de la teología de la liberación, que muchos obispos, sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral pusieron en práctica. En un continente en el que el clero estaba al servicio de los ricos y poderosos, esto provocó un profundo trastorno y un conflicto interno en el seno de la Iglesia, entre los que pusieron en práctica este movimiento y los que no.
La expresión práctica de la teología de la liberación en América Latina se ha plasmado en el surgimiento de las comunidades eclesiales de base (CEBs). En Nicaragua, éstas fueron verdaderos espacios de resistencia y lucha contra la dictadura somocista. Con sus talleres, que partían de la realidad social para ilustrar el mensaje bíblico, no sólo sensibilizaban a los habitantes de los barrios afectados sobre la injusticia y la opresión, sino que los movilizaban eficazmente frente a estas situaciones. Este proceso de sensibilización desembocó en las primeras manifestaciones callejeras contra la carestía de la vida y la subida de las tarifas del transporte público. Luego, al profundizarse la dialéctica entre protesta y represión, muchas personas se implicaron plenamente en todos los aspectos de la lucha contra la dictadura, incluida la lucha armada. Es así que un sacerdote, el padre Gaspar García Laviana, fue matado en diciembre de 1978 a la cabeza de una columna de guerrilleros.
Tras la caída de la dictadura, el 19 de julio de 1979, estos cristianos se implicaron plenamente en el proceso revolucionario. En este sentido, cabe destacar la presencia de cuatro sacerdotes en el gobierno sandinista:
Ernesto Cardenal, sacerdote y poeta de renombre, que había sido uno de los inspiradores y promotores de la teología de la liberación desde el archipiélago de Solentiname y llegó a ser Ministro de Cultura (que elaboró el cartel anterior y el siguiente) ;
su hermano Fernando, que coordinó la «Cruzada de Alfabetización» (vea mi artículo http://www.affichesnicaragua1980s.com/?cat=28&lang=es) y más tarde fue nombrado Ministro de Educación;
Edgard Parrales, Ministro de Bienestar Social (y posteriormente Embajador ante la OEA) y Miguel d’Escoto, Ministro de Asuntos Exteriores.
Pero más allá de eso, los valores y el vocabulario de la teología de la liberación impregnaron profundamente el proceso revolucionario de los primeros años.
A nivel continental, esta década de la teología de la liberación culminó con el asesinato en 1980 de Monseñor Oscar Arnulfo Romero en El Salvador a manos de la ultraderecha, por su constante denuncia de la injusticia en su país.
Sin embargo, a partir de 1978, el pontificado de Juan Pablo II marcó un retorno a los patrones conservadores, plasmado en el III CELAM celebrado en 1979 en Puebla (México). En Nicaragua, este retroceso se manifestó en el apoyo del Vaticano a los sectores más reaccionarios de la Iglesia, culminando con la visita del Papa a Nicaragua en 1984, durante la cual suspendió «a divinis» a los mencionados sacerdotes, prohibiéndoles administrar los sacramentos. Esta suspensión fue levantada 30 años después (en 2014) por el Papa Francisco.
Para saber más:
Me he basado en gran medida en dos obras apasionantes:
- El libro de Juan José Monroy García : «La iglesia católica en Nicaragua entre el poder y el compromiso con los pobres» https://www.researchgate.net/publication/314080176_La_iglesia_catolica_en_Nicaragua_entre_el_poder_y_el_compromiso_con_los_pobres
- El artículo de Robert Salazar Quispe: «Expresiones de la teología de la liberación en Nicaragua : comunidad del barrio el Riguero» https://ciencialatina.org/index.php/cienciala/article/view/2493/3689
Para escuchar:
- La «misa campesina», escrita y compuesta por Carlos Mejía Godoy, que fue estrenada en 1975 en una misa celebrada por Ernesto Cardenal en Solentiname. En 1976, la Conferencia Episcopal de Nicaragua prohibió su interpretación en celebraciones religiosas, por considerar que no era un canto litúrgico https://www.youtube.com/watch?v=D3jYGBm0HWY
- Un extracto de ésta: «Vos sos el Dios de los pobres»: https://www.youtube.com/watch?v=jTvFlsDtKYU